
Lo primero que se debe tener en claro a lo hora de comenzar a diseñar un logotipo es qué es lo que éste deberá transmitir. Para ello usted deberá hacer un trabajo en el que decida qué aspectos de su compañía quiere transmitir al público, cómo quiere que el público vea a su compañía. Las posibilidades son infinitas: clásica o moderna, masiva o particular, rígida o versátil, etc.
La elección de la imagen que desee transmitir deberá se adecuada para el grupo meta que su compañía contempla. Por ejemplo, si su compañía se ocupa de productos que en mayor medida son consumidos por un grupo de personas de entre 40 y 70 años de carácter conservador, utilizar un logotipo muy moderno e innovador no es una buena opción; mucho mejor sería utilizar un logotipo más clásico que remita a los valores tradicionales. Pero si su compañía se dedica a productos novedosos (por ejemplo desarrollando software) y utiliza este logotipo clásico que remite a valores tradicionales, su compañía será vista como obsoleta y manejada por personas que no saben mucho de lo que la nueva generación tecnológica necesita.
Aunque no se trata únicamente de elegir cómo quiere que su compañía sea vista por el público sino también averiguar cómo la ve el público. Cambiar radicalmente la manera en que su compañía es considerada por el público requiere de un trabajo muy arduo que no se soluciona con el solo diseño de un logotipo acorde a lo que usted desea transmitir. Si usted está al tanto de cómo ve el público a su compañía, podrá diseñar un logotipo que no se aleje completamente de esa imagen pero que resignifique lo que su compañía es, un logotipo que utilice lo que el público ve para que comience a ver otra cosa. Es un grave error no estar atento a lo que el público considera de su compañía a la hora de diseñar su logotipo ya que si usted se aleja demasiado de lo que el público se representa de su compañía, perderá reconocimiento y, probablemente, también bajarán sus ventas. Lo importante es ser cuidadosos a la hora de diseñar un logotipo y saber combinar con agilidad y talento lo que usted desee que represente su compañía con la imagen que el público ya tiene de ella.
Por supuesto, si su compañía es muy reciente, tendrá plena libertad para desarrollar un logotipo firmemente anclado en lo que usted desea que su compañía transmita ya que el público no ha conocido su compañía aún; quizá porque no tengan un logotipo que los presente correctamente.
De cualquier manera, un buen logotipo es aquel que represente acabadamente las características esenciales de una compañía y no uno que represente las fantasías que sus dueños tienen de ella. El logotipo tiene una fuerza abrasadora pero no podrá evitar que los consumidores se sientan frustrados si la compañía no responde a lo que su imagen refiere. El logotipo funciona publicitariamente, aunque debe ser tenido en cuenta que el logotipo es la imagen constante de su compañía y que por ello no puede dar una imagen que no se mantenga en el tiempo.
Si el logotipo de una compañía está correctamente diseñado, corresponderá a lo que la compañía es y la hará crecer en el mercado de manera extraordinaria.
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